1/22/2006

De cine y palomitas

Eso de encontrarse un viejo amor cuando ambos ya están matrimoniados resulta ambivalente. Hacíamos cola para las palomitas cuando noté que la mujer de adelante tenía un parecido a una mujer que me gustaba mucho en la Universidad. Una mujer con la que cohabité, digamos.

Sí, era ella, pero ese cuerpo escultural, cara sexual se había ocultado bajo una capa de semi obesidad y madurez. Sentí cierta satisfacción que no era ella la que me acompañaba ahora, pues mi Ariadna no tiene esos problemas. Aunque claro, ha de ser unos cinco años más joven.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario