2/16/2005

VIVIENDO EN EL PASADO


Hay gente que no vive el momento, porque todo lo culpa al pasado. Siempre hay otra gente que tiene la culpa de su tristeza o sufrimiento actual. Gente así, la hay: se agarran de pretextos para solventar su crisis actual. Mi abuela, QEPD, pasó el resto de su vida con el cúmulo de sentimientos encima. Desde que se divorció --sus hijos eran pequeños--, no volvió a contraer nupcias, y esto fue el agarre sentimental que utilizó el resto de su vida, hasta sus últimos días. Siempre sacaba el dictamen, a quien le prestara oído, de que pasó sus mejores años siendo una mujer perfecta para sus hijos. Una mujer ejemplar, una mamá como pocas, de antaño: todo por los hijos. Siempre no los recordaba, a los nietos, en las situaciones más dispares. Yo me pude haber casado (tenía prospectos, nos decía), pero les dediqué toda mi vida a mis hijos. Esta letanía la trajo encima toda su vida (pobrecita, mi abuelita). Cuando yo crecí, me pareció una lástima escucharla así. Pensaba, toda una vida así, hubieras hecho algo por tu felicidad y no culpar a otros. Lo que pudo haber hecho, continuar su vida, casarse. Hacer su vida, y que los hijos se adaptasen a su felicidad. Si ella fuera feliz, también los hijos. Siempre tiene coherencia este razonamiento, a nadie nos gusta ver a los papás tristes o solos. Mis papás se divorciaron y continuaron su vida. Mi abuela no. Hay gente que se detiene en un instante en la vida, y continúa viviendo ese cúmulo sentimental el resto de su vida (evitando el presente), agarrándose a quien se deje para soltarle el sufrimiento (el culpable de sus penas), para que se compadezcan: pobrecita, cómo sufriste. Es una situación difícil, pero siempre es más sano tomar responsabilidad de uno mismo y buscar una felicidad. Ser coherente con uno mismo y no colgarse de otros. Los otros nunca tienen la culpa.

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