12/16/2004

Me agobia el cara pálida. Los anglosajones tienen cierta manía de superiores y cultos. En el trabajo hay este anglo rubio con acento de niño rico de La Jolla mezclado con intento surfo-cool de decir las cosas. Hace una inflexión de la voz y le gusta decir you know man, hey man, a todos les dice hey man, el ruco de 40 (beach boy con profesión), hasta a personas más 'serias' como arquitectos de renombre les dice hey man. Cosas así, me parecen algo forzadas y sosas, siempre denotan una inseguridad interna.

Hablando de cosas forzadas, noto cierto estilo en algunos blogueros que les encanta anunciar a los 4 vientos que son happy, I am happy, I am happy glu glu glu. Ese tipo de auto justificaciones destilan lo contrario, una infelicidad enterrada que no saben cómo sacar.

Hablando de felicidad enterrada, en el trabajo hay dos secretarias que gustan de la onda latina-hispana. Son ejemplos de muchos casos en Estados Unidos de personas nacidas de mexicanos. Su culture clash es una recriminación racial y siendo de sangre latina, tienen ese carácter explosivo (pasión latina), el cual se mezcla con la arrogancia de vivir en el país más 'rico' del mundo. Mucha gente así, en Estados Unidos, manejan el 'ho' 'attitude'. Por ahí dice un compa, they got this hood mentality, they like to talk hood. Mentalidad de barrios donde manejan un slang y un estilo de confrontación en sus tratos sociales.

El taller Hipertextos en veces quita tiempo. Administrar un Web del tipo, lleva tiempo y algo de imaginación. Llegará el momento cuando dejaré de estar interesado en proponer ejercicios, y se necesite un giro nuevo. Ahora vamos en el ejercicio 9, en el cual la consigna fue escribir un cuento acerca de una sociedad donde los seres humanos no necesitan dormir. La idea me pareció interesante, pero no tuve tiempo de entregar mi ejercicio.

Tengo una confrontación moral, como siempre. El manejar temas de censura, para un escritor casado con hijos, a veces es comprometedor. Nunca sabes si te va leer el cuñado, la cuñada, tu mamá, el amigo, la vecina (y qué van a pensar). Digo esto porque de pronto veo blogs donde el autor rebasa esa cuestión de la moralidad, y no le importa postear situaciones eróticas, fotos, pornografía, luego en unos posts siguientes, coloca fotos de sus hijos, incluso que cumple años y le manda felicitaciones . Me pregunto qué pensaría yo de mi mamá si tuviera un blog que manejara temas 'candentes', ¿tendría dilemas morales, me preocuparía lo que pensarían mis amigos de ella? (yo creo que sí, dirían que está loca o desesperada). Esto es un tema recurrente en mis prosas, y siempre me gana la censura. Sin embargo, parece no molestarle a cierta gente, incluso gritan a los 4 vientos sus preferencias sexuales y admiten situaciones posteadas en su blog. ¿Acaso estoy pasado de moda y debo ventilar mis fantasías sexuales? Ah, pero es que eso crea público y ratings. El sexo vende. Hay muchos blogs donde se hace referencia a la panocha o crudas cachondas. Me pregunto qué pasa si una persona lee a una mujer que escribe eso. Digamos que un patrón lee el blog de una empleada donde ventila que le gusta olerse el calzón y que le gusta tener sexo con desconocidos. Lo más seguro es que esa mujer tendrá ofertas de trabajo y agasajos doquier. ¿Se indignará ella, tendrá el derecho a indignarse después de escribir cosas así? ¿O nomás son cockteasers como las mujeres que usan faldas cortas y tetas al aire, pero cuando se trata de acción hacen como si la virgen les hablara? Creo que aunque lo hagan, todos sabemos que realmente son lo que escriben y visten, sólo que les gusta manejar una doble moral: lo que son en el blog y en la alcoba y lo que son en el trabajo o en la familia. Ojalá llegue el momento donde todas esas fragmentaciones se integren en una persona, y no veamos estas cosas donde los secretos huelen a represión, o a una forma de llamar la atención, o lo más probable, que sea una señal, a sign of the times, de un futuro que nos espera.

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