1/06/2004

(1)
Hace poco un amigo me confesó que sospechaba que su esposa le era infiel. "Cuando estamos en la cama", me dijo, "tengo una certeza de que sus caricias van dirigidas como extraño homenaje a un hombre secreto. Sé que es secreto --nunca lo conoceré--, y ella piensa en él mientras me da un oral. Puedo diagnosticar el elemento de su boca como gira en busca de una fantasía adecuada". "Quizá tengas razón".

(2)
Me parece que dentro de la rutina surgen momentos de lucidez sexual donde se presiente un mejoramiento mediante el juego de la mente. Creo que eres una persona frustradísima. Lo siento por ti. Lo sientes por mí. Give me a break.

(3)
Necesito doparme para ir a un evento de esos donde te saludan con el cachete y los ojos en otra parte. Una cerveza es suficiente para calentar los motores de la mente, la tolerancia, la aceptación. Supongo que la vida se forma de estos momentos donde eres un transparente, un sin opinión que vacila con el tenedor en la mano mientras el mesero te ve lastimosamente.

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