1/08/2005

LA ESTÉTICA COMO PRINCIPIO Y FIN



No creo encontrarme solo en la actividad de admirar la belleza femenina. Cuando digo esto, me refiero a mi estado civil, soy cónyuge. Sin embargo, esto no me protege (absuelve) de ser vulnerado ante las violencias de una fémina. Es una violencia. Te casas y no dejas de estar expuesto a las vibraciones estéticas. Eres agredido --constantemente--por todo tipo de parafernalias. Mujeres en ropa ajustada y sendas curvas que caminan por la plaza moviendo el trasero con habilidad de magisterio. El hechizo visual. El sexo visual. El morbo de ver: la habilidad de la mujer: la magia: ¿la maga?


(Nótese la tranquilidad que reflejan sus ojos, mientras enseña sus dotes al mundo. Todo está en comunión: la naturaleza, la mujer, la sonrisa).

Un amigo (QEPD), tenía el máximo recurso u antídoto ante estos ataques visuales. Me decía, cuando veas a una mujer hermosa, que sabes que nunca podrás experimentar en sus artes amatorios (sob), simplemente obsérvala bien, cada detalle, luego arma una escena donde ella va al retrete. Imagínala echando un birote, y con estos efectos se romperá el hechizo; tendrás los suficientes recursos para borrar la fantasía de tu mente, habrá satori: ¡Aja!. Sabrás la verdad. Serás Illuminati. Estarás exento de controles externos: podrás continuar tu vida con todas las de la ley. Harás de la Diosa una mujer de carne y hueso. Una persona que visita al retrete. Ella es como tú, me decía. Ella es humana.

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