Lo que a continuación sigue, es una breve descripción de por qué yo nunca escribiré otra novela
Sin violines, por favor. Sin, ay pobrecito. No, nada de eso oh-señores. O sea que mi teoría de por qué no escribiré otra novela, es porque, simple y sencillamente, no tengo el tipo de mente para hacerlo.
¿Suena curioso? Al principio, sí. Pero un día me identifiqué con lo que decía Raymundo Carver, de que un día él descubrió que no podía concentrarse, y continuar el proyecto de una novela que traía por ahí. Se dio cuenta que, perdía la concentración, y después de un tiempo, ya no se identificaba con el material.
Se dio cuenta que su mente sólo daba para flashazos (aparte no tenía tiempo, y estaba casado, con hijos, y trabajaba, y me parece que conozco eso). Ideas, conceptos, que luego plasmada en una página, y ese mismo día salía un cuento. Mismo, que después se ponía a editar como loco. Cosa que, curiosamente, no hacía que perdiera la concentración.
Regresando a mi caso, me pasa lo mismo. Voy por la carretera, y digo, aja, ahí está una idea. Escríbela. Hazla. Pero al mismo tiempo sé, porque me ha pasado varias veces, que al día siguiente ya no me interesará la idea.
Toda una psicología singular que me dice que la narrativa corta, sería mi única salvación. Y eso, aún está por verse. OK: (este comentario me gustó).
No hay comentarios.:
Publicar un comentario