11/18/2002

Cool

La palabra corrompe la más íntima fibra de mi ser cool. No tanto porque no creo en ser cool (aunque yo no sea), o en la gente que es cool (que sí es cool). Simplemente en el hecho, o más bien, en el esfuerzo por ser cool, por parecer cool, que impregna a muchos cristianos de la farándula que buscan tener un certificado de autenticidad por parte del emperador cool.

Pensar en ser cool, es un método que va en contra de la esencia cool. Es como cuando estaba de moda la anarquía. Los anarquistas. Los nihilistas. Etcétera. Lo curioso de estos hermanos cristianos, era que los menos anarquistas, eran los mismos anarquistas.

Entonces, para cerrar este segmento, se me ocurre que, los menos cool, son los que se aferran a ser cool. Es una forma de pose, donde el asunto es llamar la atención, y buscar validación por parte del emperador cool: los que sí son cool.

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