—No tengo dinero para ir a la fiesta —le dijo una amiga a Ariadna. Se trata de la fiesta de la Lázaro Cárdenas, la reunión de ex-alumnos, 25 aniversario.
—¿Quieres que te preste dinero? —le dijo Ariadna.
La amiga tartamudeó por el teléfono. Se escuchó un silencio sideral, incluso los ladridos del perro vecino entraron en escena para dialogar el contraste del momento. La ironía salvaje apuntando a la personalidad de la amiga.
La amiga es de buenos ingresos. Aparte de rentas y salarios, recibe becas y otros subsidios para solventar el gasto mensual junto con el buen aporte de su marido. Pero la mujer es lo que se conoce como una persona agarrada.
—Seguro está ahorrando para su viaje en el crucero —le dije a Ariadna—. Así se las gastan los ricos. Ahorran y luego hacen sus movidas.
—Nunca tienen dinero —dijo Ariadna.
A pocos días de la fiesta de la Lázaro Cárdenas, la amiga está a punto de retractarse. Pero en las próximas vacaciones estará cruzando el océano en un crucero o el cielo en un jet, gracias a los dineros que se ahorra al no ir a eventos frívolos.
—El mundo es de los audaces —le dije a Ariadna.
Y si era un pretexto?
ResponderBorrarY si como a mi le dan un poco de flojera esos eventos?
Buen viaje a la mujer salvaje
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