5/19/2005

FATAL ATRACTION

Cuando andaba de soltero, antes de casarme, tuve una novia que se obsesionó conmigo. Es una palabra fuerte, obsesión, pero la mujer hacía cada numerito. Después de dos años --las cosas ya habían terminado--, se acercaba a mis amistades y les decía de mí. Tenía un plan, quería afectar mi credibilidad, vengarse. Se hacía amiga de las personas, luego, cuando ya había confianza, les soltaba el rollo. Mis amistades eventualmente me relataban 'la anécdota' con un guiño de ojo, asumiendo que la mujer era inestable. No estaban mal. Con el tiempo, con la perspectiva que otorga el tiempo y la distancia, pude comprender que la mujer estaba un poco mal. Esto explicaba sus conductas sexualmente intrépidas, sus costumbres sociales, sus desplantes hormonales, que muchas veces yo catalogaba de 'alma libre' (se creía artista). Pero no se trataba de una artista, sino de una persona que no media la consecuencia de sus actos. Sí, estaba mal.

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