Hacía Tai Chi bajo el sol de invierno, con ese toque especial de los Vientos Santa Ana y calorcito, cuando entendí que debo practicar más este tipo de meditación en movimiento. Es sólo que luego lo olvido, y paso meses sin hacerlo.
Llevo cerca de siete años haciendo Tai Chi on y off, esporádicamente. O sea, la forma de veintitantos pasos ya me la aprendí de memoria y puedo practicarla cuando quiero. Es cuestión de recordar y no dejarla pasar. Por el momento la hago una o dos veces a la semana.
Tiene beneficios. Es otra forma de mindfulness. Estar presente en el cuerpo.
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