4/20/2004

POR EL MOMENTO

Me acordé de ti. Bajo qué circunstancias. No sé cómo plantearlo. Me gusta un cuate de la oficina y eso me tiene inquieta. Pero qué tiene que ver conmigo. No sé. Como eres la única persona a la que le he contado cosas, a lo mejor por eso. Qué onda con tu ex, ¿lo vas a reemplazar? No creo. No sé. No es la misma situación. ¿Y qué fue de él? Ahí anda. Hoy hablé con él. Llevan varios años. Sí, fueron tres. Presiento que volverás a repetir el patrón con tu compañero. Una vez que lo haces, difícil no hacerlo. No sé. No sé ni qué pensar. Pero te digo que es diferente porque este cuate es distinto y no creo que se den las cosas. Creo que lo mejor es que no se den, pero no entiendo por qué me inquieta tanto. Quisiera no pensar en eso. ¿Casado? Sí. Quizá piensas en eso porque ya lo viviste. A lo mejor lo que dices es cierto. La primera vez es más difícil, supongo. Como alguien que prueba una droga, quieres revivir el rush. ¿Será eso? A lo mejor sí porque no me lo explico. La excitación de lo nuevo. Es curioso cómo funciona la química, ¿o qué será? ¿Por qué ahora? ¿Por qué no antes o después? ¿Por qué alguien de la oficina? Como ya lo viviste, estás abierta a las posibilidades, inconscientemente, quizá, y donde más se dan es en el trabajo. Convives con la misma gente todo el día. Mi esperanza es que no pase más allá de una alucinación temporal o permanente, qué importa. Al fin de cuentas sólo está en mi cabeza. Por el momento.

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