12/31/2003

Ahora va el mío:

En esta nueva era de fast food, cultura rápida, y medios visuales (ahora todo es visual), los libros (que de hecho ya son bultos en libreros, cada vez hay menos lectores), pasan poco a poco a ser ornamentos románticos, u elementos de colección que personas ‘cultas’ cargan en sus brazos. Así como antes se decía, tengo una colección de los clásicos en mi librero, ahora todos los libros son clásicos. Ya nadie los lee o compra (a excepción de libros de superación personal u New Age u biografías noveladas u libros escolares-académicos). Está comprobado una y otra vez (hasta el genio del pop best seller Stephen King hace poco escribió algo de esto). Aquí es donde entra la nueva cultura. Lo visual. El Internet está dentro de esta consistencia visual. Ese acceso de información global con un sólo clic. Es sinónimo de mentes flojas, claro. Mentes que buscan todo en un sólo aparato. Todo en un sólo momento. Ahí habrá música, películas, chats, diarios y portales doquier. También habrá espacios de expresión. Blogs. ¿Quieres comprar un libro de equis nuevo autor de Tijuana? No, no lo venden en la Librería El Día. Sólo lo encuentras en Internet. De hecho está en su blog, ahí escribe su nueva novela. ¿Pero qué no los blogs son chismógrafos de niños de prepa que tiran mierda por doquier? Ah sí, pero eso es parte de la nueva cultura. Así como ahora todos quieren tener teléfonos celulares, también quieren explorar el Internet. Eso los hace cool, modernos (es lo moderno, el Internet). Esos espacios, que son cool, y que son la vanguardia, también pertenecen a todo tipo de instituciones y creadores donde expresan sus ideas. Un blog permite que te lea una persona de Suecia, o de España, al mismo tiempo (¿Al mismo tiempo?). ¿Pero eso no lo hace que se convierta en algo superfluo? Claro. Se trata de una literatura instantánea, donde prolifera lo breve y lo experimental. Lo fuerte. Lo dinámico. Lo interactivo. Lo pasional, lo que regresa la vitalidad al arte. Ya se acabó la literatura de 200 páginas con demagogias y dogmas que aburren a las mentes frívolas de hoy. Ahora todo es instantáneo. Es cultura dinamita. Explota en tus sentidos. Es autodestrucción sensorial. Un bloguero, un escritor de Internet escribe un texto que al día siguiente ya es antiguo. Es efímero. Esa es la única desventaja, lo efímero. Pero hace poco en Blogger aparecen noticias de blogueros que están recibiendo contratos editoriales, ¿sólo por bloguear sus cosas? ¿Pérdida de tiempo literario? ¿Bostezos? Me voy a dormir antes de que llegue el 2004. Cliché.

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