8/30/2003

Aún recuerdo el momento. He was pulling a prima-dona on his girl, y ella sin saber qué hacer. Le decía de un hombre sentado en la fila de abajo, que era famoso en Tijuana. Es un escritor, decía él, y ella no sabía qué hacer: De alguna forma, encontraba subversiva la conducta de su boyfriend-o: un amigo que con el tiempo se había subido al barco y no se quería bajar del amor-a-complacencias-en-los-sábados-de-Tijuana cuando todos van al cine. Ahora lo escuchaba hablar, más que un bla-bla-bla a domicilio, sino una forma de obsesión sólo por el hecho de encontrarse a un individuo famoso en la calle. Ese era yo (one love: irie).

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