En lugar de dividir los pensamientos en dos clases como 'buenos' y 'malos', los budistas prefieren llamarlos 'útiles' e 'inútiles'.
Un pensamiento inútil está conectado con la avaricia, odio y engaño. Estos son los pensamientos que la mente construye más fácilmente en obsesiones. Son inútiles en el sentido que conducen lejos de la meta de la liberación.
Los pensamiento útiles, por otra parte, son aquellos que están conectados con la generosidad, compasión y sabiduría. Son útiles en el sentido de que pueden ser utilizados como remedios específicos para los pensamientos inútiles, y pueden asistirnos en la liberación personal.
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