4/04/2006

Carta de lectora ávida

BR:

Leyendo el silencio entre tus posts, encuentro ciertos sonidos que suenan a susurros. Digamos, un sonido clásico que apunta a que el silencio no desaparece del todo porque debajo de la superficie hay un sonido al que le tienes miedo.

Tendemos a escribir y pensar en silencio, pero tus posts suenan a ausencias de este mundo. Como si estuvieras ausente y solo escribieras el blog para llenar la cuota diaria de tus lectores.

Puedo percibir cierta profundidad intensa en las palabras que no dices. Un silencio lleno de energía que no sabes cómo dirigir en palabras y sólo citas o traduces textos de otros.

Recuerdo la época donde experimentabas con narrativas, se sentía cierta calma en ti, algo rejuvenecido. Pero ahora, la intuición me dice una verdad. La tuya. El silencio no es una forma para experimentar. Puedo oír tu respiración, pero no salen palabras. Permaneces aislado, protegido por tus meditaciones.

Cinco minutos de silencio al día, o quince, pueden dejarte una sensación de vibración creativa en tu ser. En la noche, cuando medites, elije las palabras que se han retirado de tu persona por aquel incidente que tanto te afectó.

Incluso en medio de ese silencio, sentirás la actividad del miedo, cómo se hace presente, cómo flota y se va. A veces no hacemos caso de nuestros sentimientos y nos ponemos detrás de barreras.

Elige tu camino.

Una lectora ávida.

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