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Hace tiempo cerraste tu blog. Hace tiempo, tomaste una medida. Convertiste tu blog en un espacio cerrado. Quitaste los comentarios, cualquier vínculo con el lector. Eso, ¿para alejar las influencias?. Dejé de leer tu blog. Eso fue hace tiempo. No recuerdo cuándo. Lo dejé de leer. Pero todo ese tiempo, mi vanidad pedía, imaginaba, pensaba, ¿está posteando con regularidad? Toda una farsa. Hace poco no aguanté, la vanidad cedió. Visité tu blog y no podía creerlo, después de todo ese tiempo de trabajo, ¿ahora muy zen? Eso trae serias repercusiones para la autoestima.