En retrospectiva, otra cosa que noté en mi ronda dominguera, y no que la anduviera buscando, pero saltó como pintura surrealista, fue la calidad de las edecanes que promueven los productos.
Cada vez están de peor calidad. ¿Por qué será esto? Quizá no les pagan bien, o quizá hay una escasez de talento. Las modelos certificadas (ver foto) prefieren reservar su talento para otras cosas de mayor relieve, y solo quedan edecanes de segundo, tercero, en muchos casos, cuarto grado.
Rostros con acne, cuerpos sin forma. No vale la pena.
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