Los preceptos budistas son enormemente poderosos. Por ejemplo, no decir una mentira en toda circunstancia, podría ser una práctica completa total de meditación. En cuanto a otros seres, significa no mal-representar nada, estar completamente consciente de lo que se está diciendo, haciendo un reflejo directo y claro de la verdad que uno percibe. Para avanzar este precepto aun más, si uno practica el precepto de verdad con uno mismo, sin engañarse a uno mismo, sin tratar de ver las cosas de otra forma a como son, con completa consciencia, este precepto se convierte en la práctica completa del budismo. No sólo del budismo, sino de todas las religiones. Al momento que uno se hace completamente honesto, automáticamente emerge la sabiduría de la generosidad. Uno se hace amoroso en una forma natural porque no está tratando de ser o conseguir algo que no es.
--Jack Kornfield, Living Dharma
No hay comentarios.:
Publicar un comentario