El sábado fuimos a desayunar con la familia de Ariadna y estuvo amena la convivencia. Pero lo más curioso fue que mi cuñada me comentó que una compañera de trabajo había dado con este blog, y le había preguntado que si era yo, el cuñado de ella. Ella dijo que sí, y así las cosas.
No, no estamos solos en Internet.
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