Me invitaron a un rancho, a vender pays de queso, para así experimentar el estilo de vida ranchero. Al llegar a las instalaciones me entregaron la vestimenta de rigor para vender pays de queso. Un sombrero de ranchero, y unas botas de ranchero. Después nos fuimos a la carretera para vender pays de queso. La gente pasaba. Unos se paraban y compraban pays de queso. Otros no se paraban.
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