Parte de la filosofía de la meditación es que no podemos cambiar siempre el mundo que nos rodea. No importa lo que hagamos, las cosas malas sucederán y las situaciones estresantes se presentarán. La única cosa sobre la que tenemos control y podemos cambiar es nosotros. Podemos decidir cómo reaccionar ante las situaciones que nos desafían. ¿Permitiremos que nos saquen del centro, o las tomaremos con ecuanimidad?
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