5/16/2006
Cuentos de niños
Hay un método preferido, de contar cuentos por contarlos, sin pretensión alguna. El otro día me salió tal experimento. Mi hija me dijo, Papá, cuéntame un cuento. Normalmente acudo a sus libros de cuentos, donde se encuentran varios cuentos de abolengo. Pero en esta ocasión, se me ocurrió empezarle uno improvisado de mis anales literarios. Haciendo una mezcla de elementos ya vistos, con el nombre de ella, atiné en fabricarle una pequeña historia, la cual le gustó, y la cual me sorprendió a mí mismo, por su contenido tan agradable e infantil. Después me quedé pensando, quizá había dado con un descubrimiento importante. Quizá podría dirigir mis esfuerzos creativos por esa vía, ser narrador infantil. Nunca lo había pensado, pero es un experimento válido.
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