2/29/2004

PROTECTOR DE
El regalo más interesante que he recibido en mi vida ha sido un protector para volante de automóvil. Este regalo lo recibí en Navidad del 2003, y hoy lo volví a encontrar --ignoro si lo perdí a propósito. Se encontraba en un rincón de la habitación. El paquete intacto. Ignoro si la persona que me hizo el regalo tenía un concepto negativo de mi volante, o quizá pensó que el volante resbalaba de mis manos al conducir. Sólo he chocado dos o tres veces --toco madera--, y en ninguna de ellas tenía protector de volante.

GANAS DE COMUNICARME EN DOS MINUTOS
Vendía bienes raíces y siempre fui sexual, desde que me casé por segunda vez, y luego por tercera, los recuerdos de aquel motel en la playa, fantasías con alguien, regresaron cuando lo vi en la Exposición de Construcción. Que se fijara en una mujer de cincuenta y tantos, no sé, no era probable, pero como él ya era conocido, escribía una columna en un periódico, pensé que podría saludarlo, acercarme a él, decirle algo, sólo eso. Nada de tardes en un motel, o fantasías en la playa. Mi enfermedad ya me lo impedía.

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