7/08/2006
El encuentro social
El otro día fui a caminar. Pero no es tanto la situación, sino el efecto que tuve sobre una pareja que venia hacia mí, también caminando. El hombre, un sujeto obeso y calvo, venía 'defendiendo' a su woman. Caminaba del lado de la calle y su mujer en la banqueta, cual etiqueta cívica entredicha. Cuando se acercaron a mí, el señor tomó de la mano a su mujer y se me quedó viendo en gesto retador. Sentí su afrenta de poca monta. Quizá él pensaba que yo me le quedaría viendo a su mujer para luego él poder retarme en la vía pública. Pero no siendo así el caso, seguí de frente, y luego pensé que en momentos tendemos a ser personajes ridículos, y ciertamente, irracionales.
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