(Nada mejor que esas botellas frÃÂas el viernes en la tarde, cuando terminaste con una semana de stress)
Anoche me tomé 3 Heinekens y ya andaba con un leve viaje de ebriedad que me promovió un relax vespertino, viendo un mar a lo lejos (un sol cuajado por una niebla de La Jolla). Antes me tomaba 5 o 6 para llegar a ese estado de ensimismamiento etÃÂlico. Conclusión: Me he tornado más económico, qué quieren que haga. Eso pasa cuando te haces viejo, jaja.
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