En una ocasión celebre, charlando el punto con Manuel Lomelí, me dijo algo que se me quedó grabado. A veces hay cosas que la gente nos dice, o nos ofrece una nueva visión de un tema, que nos ilumina.
El Maese dijo: En Tijuana --se refería al ámbito literario--, hay mucha solemnidad.
Esto me dejó cavilando --a la fecha--, qué tan cierto era el punto. Quizá yo lo había pensado, pero no en esos términos. Es esa misma solemnidad lo que envicia cualquier ambiente literario.
No hay espontaneidad. Se pierde la frescura.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario