Ahora que he estado bajo un tratamiento médico y no puedo ingerir bebidas enervantes, me he hecho a la idea de 'quizá' convertirme en abstemio.
Dejé el cigarro, porqué no he de dejar una botella de cerveza, snif.
Para cumplir la estrategia, debo encontrar un sistema de adaptación, para no hacerme más ermitaño de lo que soy.
1. Beber agua mineral con una raja de limón, lo cual da el aspecto de que se bebe vodka tonic, y así nuestro compañero no sale insultado por no acompañarlo en la juerga. Un alcohólico necesita a otro alcohólico. Ese es el acuerdo.
2. Beber refrescos obscuros, jugo de cranberry, que den el aspecto de alguna bebida alcohólica preparada.
3. Esto es muy importante. El alcohólico siempre trae un licor en la mano, como atado con una cadena invisible. Es por ello que independientemente de la bebida que elijamos, SIEMPRE debemos de traerla en la mano, dando la impresión de que somos adictos al vaso. El vaso es nuestra salvación.
4. Todo se resume en adicción. Ese es el secreto de convivencia. Adicción. Dar la impresión de ser adicto para no quedar fuera del circulo de ebrios, poder navegar en su canal de interacción.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario