¿No te parece sencillamente fabuloso cuando tus vecinos, digo, tus narcovecinos organizan una de sus veladas favoritas, y están desde las tres de la tarde con su equipo de sonido a todo vapor, soplando rola tras rola del cancionero romántico-nostálgico narco-típico, y los invitados siguen llegando, y el cancionero sigue tocando, y luego el jefe de la casa, digo, el narcojefe de la casa usa el micrófono para anunciar la llegada de cada persona, y todos aplauden tomados, porque es viernes y a nadie le importa, porque nadie de la cuadra, de los vecinos, se van a quejar? ¿Eh? ¿Eh?, jajaja.