Hoy me encontré a varias personas de tiempos atrás (en un margen de cinco minutos). Personas que uno supone ya no se acuerdan de uno, o quizá ya no hay trato, y el momento se hace oblicuo: tenemos la incertidumbre de si saludar o no, lo cual siempre es problemático: la persona puede dejarnos con el saludo en el aire.
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