—¿Y la muchacha?
—Lo invitan a todas las fiestas. ¿Ya te la acabaste, pido más? Antes de que se acaben.
—¿Cuáles fiestas?
—Llámale a la muchacha, ¿por qué no viene?
—Lo he visto en varias. Siempre está rodeado de mujeres, pero nunca dice nada. Se queda callado. Piñatas. A lo mejor anda perdida.
—Creo que ya se acabó. Me ando secando.
—Los autistas tienen mucho pegue con las mujeres, ¿no sabías? como los gays. A lo mejor es autista. Ahí viene Tinker, Tinker Bell.
—¿Autista? Aun no sale del clóset.
—Se la pasa callado, no sé cómo le hace, no dice nada y tampoco toma alcohol, solo le hace compañía a la gente.
—Entonces gay.
—Y dale.
—Los gays no toman, se cuidan la figura. Ya llegó Tinker.
—Los autistas tienen comportamientos parecidos. Se quedan callados, sonriendo, captan el panorama.
—Le da confianza a la gente. Nunca rechaza una invitación. Va a todas las fiestas. El otro día una persona lo invitó a una fiesta difícil, para que le diera ánimos, una fiesta familiar, con vecinos y todo.
—Corazón, ¿nos traes de las mismas?
—No hay, se acabaron. Solo queda soda.
=)
ResponderBorrarNo sabía lo de los autistas, lo de los gays sí, tienen una especie de atracción especial para las chicas que quieren "reformarlos".
ResponderBorrarSaludos,
Yo en las fiestas debo parecer un autista o una marica, estoy muy callada y sólo sonrío no es por ligarme una mujer me gustan los hombres, es por curiosidad, observo que la mayoría no se divierte nada, sonrío hasta que me aburro y me voy, me voy con mi cabeza a otra parte mientras mantengo el salva pantallas en mi cara y su sonrisa, cosas de la educación, jajaja, lo siento entre a leerte y creo que volveré, soy tu carma.
ResponderBorrarUn abrazo