6/21/2006

ELVIRA LINDO -- AMOR

01
¿Puede no quererse a un hijo? Es una pregunta de misteriosa respuesta. Nadie estaría dispuesto a confesar que no quiere a su hijo, o que no le quiere demasiado, o que se quiere más a sí mismo, o que quiere a su hijo porque es una prolongación de sí mismo, porque satisface una vanidad delegada.

02
Nadie estaría dispuesto a responder sí, quiero a mis hijos, pero siempre y cuando su comportamiento sea intachable, quiero a mis hijos mientras no me den problemas, los quiero mientras no me pidan dinero.

03
Nadie confiesa el fondo oscuro de sus sentimientos porque socialmente no se admite que se ponga en duda ese amor y porque parece haber una relación directa entre la honorabilidad social y el cariño sin tacha hacia los hijos.

04
Hay padres que no quieren a sus hijos, los hubo siempre, pero se trata de una estadística imposible de desentrañar, ya que el que no ama no estaría dispuesto a reconocerlo.

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