7/14/2005

5) Una vez más, esta necedad (fascinación) por el anonimato del Internet, un tema en sí que da identidad al ambiente y sus habitantes. El anonimato o pérdida de identidad para asumir una nueva personalidad. Lo que no se es en la vida, se es en Internet. Como dijo Roberto Castillo, lo que has querido decir está escrito en las paredes de los baños. En este caso, lo que has querido ser, está proyectado en tu página de Internet, donde firmas bajo un seudónimo para liberarte de tus complejos y traumas; quieres ser libre.

4) http://www.areaweblogs.com/conferencia/

3) Dos mujeres se despiden afuera de un restaurant en San Diego. Ambas mexicanas, una se sube a su SUV fronteriza, la otra continúa su trayecto a su carro (Mercedes Benz). Ambas en sus 30's, con ese dote de sensualidad que sólo emanan las mujeres 'bien'. La mujer (jeans apretados, senos abultados) llega a su Benz y se sube. Mientras me ve, pienso en su Sugar Daddy.

2) Si hay algo que no extraño del servicio de comentarios que quité de este blog, es el derecho a replica de un lector. Es como si uno escribiera para tratar de convencer a alguien, cuando en realidad no es así.

1) (Qué fácil sería si yo escribiera bajo un seudónimo, las cosas que no diría, herramientas discursivas no me faltan). La tendencia de las bitácoras en Internet apunta a que sus autores sean anónimos. Se esconden detrás de un seudónimo (bajo una máscara: nadie sabe que soy yo, puedo decir lo que sea), para poder lanzar sus despotriques con toda tranquilidad y paz mental. Sin embargo, esto es contraproducente: se pierde el control de lo que se dice y no se mide las consecuencias. Es como escribir sin restricción. Siempre debe de haber una restricción (límite) en lo que se dice. Es lo que nos separa de la amoralidad, desorden, caos.

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