1/27/2004

Siempre me han gustado los experimentos. Ahora el experimento consta de escribir en la noche. Día de trabajo, básicamente. Novedades a la deriva. Dicen que va llover mañana. Tengo ganas de un buen libro. Leer a Sade de pronto me parece anticuado. La secretaria bulímica. El domingo vi Pollock, buena película, buen pintor, buen alcohólico. Anoche tuve un sueño en azul. Ya casi se me quita el catarro. ¿Les dije que vi Río Místico, Dolores? Pues sí, y la actuación de Robbins me impactó. Quizá uno se identifica con ciertos personajes. Debo hacer más ejercicio. Es que hace frío en la mañana y me da flojera. El blog de pronto me parece viejo. Creo que un blog, para que sea blog, debe ser espontáneo. De otra forma, se asemeja al acto de escribir un libro: mucha premeditación. Un blog debe ser espontáneo, intuitivo, rápido. Como una hoja viva, casi debes transcribir lo que dice tu mente, en este momento. Quizá su naturaleza de publicación instantánea solicita este tipo de proceso. Nada de titubeos, o demoras. Todo surge inmediato.

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